Es fundamental la detección precoz mediante indicios, la visita al médico a fin de confirmar las sospechas iniciales y el proceso terapéutico del paciente.
La demencia implica la merma progresiva y persistente de las funciones cognitivas, que se puede manifestar de forma variable (según el tipo y la progresión de la demencia), pero con especial afectación de la memoria, de la capacidad para expresarse y comunicarse adecuadamente, de la orientación, de la capacidad de cálculo y de la percepción espacial.
Las manifestaciones iniciales más comunes consisten en trastornos persistentes de la memoria referidos sobre todo a hechos recientes, poco a poco deja de recordar hacia atrás (amnesia retrograda) de todo cuanto se refiere a si mismo, su edad, donde vive etc. Teniendo en cuenta que la progresiva amnesia del paciente no implica durante las fases iniciales, la pérdida de otras funciones cognitivas y de los aspectos emocionales (los episodios depresivos son frecuentes) y que durante las primeras fases de la enfermedad el paciente suele tener intacto su nivel de conciencia y la capacidad de atención.
La Alzheimer´s Association de Estados Unidos, ha establecido "10 signos de alarma" que ayudan a conocer la enfermedad y a identificar a los posibles pacientes:
1. Cambios en la memoria que dificultan la vida cotidiana: olvidar fechas, información recién aprendida, eventos importantes; pedir la misma información repetidamente.
2. Dificultad para planificar y resolver problemas: los pacientes precisan de más tiempo para realizar actividades habituales, ya sea en el hogar, en el trabajo o en su tiempo libre, dificultad para llegar a un lugar conocido, administrar un presupuesto, las reglas de algo.
3. Desorientación: ya sea temporal o espacial, también se olvidan de fechas, estaciones, de donde están y como han llegado.
4. Dificultad para comprender: imágenes, leer, juzgar distancias y determinar colores o contrastes, posibilidad de no reconocer su propio reflejo en el espejo.
5. Problemas con el lenguaje oral o escrito: surgen problemas en seguir o participar en una conversación, olvido de palabras o llamar a las cosas por un nombre incorrecto.
6. Colocación de objetos fuera de lugar: pérdida de objetos, a veces es posible que acusen a los demás de robarles.
7. Disminución o falta del buen juicio: conductas anómalas, como vestirse con ropa inapropiada y poner menos atención al aseo personal.
8. Pérdida de iniciativa: el paciente se encuentra muy pasivo y necesita estímulos para tomar parte en el trabajo o en las actividades sociales.
9. Cambios en el humor: en la personalidad, aparece el temor, la irritabilidad, etc.
10. El paciente precisa ayuda para todo: alimentarse, asearse, etc.
Ante la sospecha racional, se debe recomendar la visita al médico, que este procederá aun diagnóstico detallado, diagnóstico normalmente establecido por un neurólogo o neuropsiquiatra ya que es necesario también realizar pruebas de neuroimagen.
La demencia implica la merma progresiva y persistente de las funciones cognitivas, que se puede manifestar de forma variable (según el tipo y la progresión de la demencia), pero con especial afectación de la memoria, de la capacidad para expresarse y comunicarse adecuadamente, de la orientación, de la capacidad de cálculo y de la percepción espacial.
Las manifestaciones iniciales más comunes consisten en trastornos persistentes de la memoria referidos sobre todo a hechos recientes, poco a poco deja de recordar hacia atrás (amnesia retrograda) de todo cuanto se refiere a si mismo, su edad, donde vive etc. Teniendo en cuenta que la progresiva amnesia del paciente no implica durante las fases iniciales, la pérdida de otras funciones cognitivas y de los aspectos emocionales (los episodios depresivos son frecuentes) y que durante las primeras fases de la enfermedad el paciente suele tener intacto su nivel de conciencia y la capacidad de atención.
La Alzheimer´s Association de Estados Unidos, ha establecido "10 signos de alarma" que ayudan a conocer la enfermedad y a identificar a los posibles pacientes:
1. Cambios en la memoria que dificultan la vida cotidiana: olvidar fechas, información recién aprendida, eventos importantes; pedir la misma información repetidamente.
2. Dificultad para planificar y resolver problemas: los pacientes precisan de más tiempo para realizar actividades habituales, ya sea en el hogar, en el trabajo o en su tiempo libre, dificultad para llegar a un lugar conocido, administrar un presupuesto, las reglas de algo.
3. Desorientación: ya sea temporal o espacial, también se olvidan de fechas, estaciones, de donde están y como han llegado.
4. Dificultad para comprender: imágenes, leer, juzgar distancias y determinar colores o contrastes, posibilidad de no reconocer su propio reflejo en el espejo.
5. Problemas con el lenguaje oral o escrito: surgen problemas en seguir o participar en una conversación, olvido de palabras o llamar a las cosas por un nombre incorrecto.
6. Colocación de objetos fuera de lugar: pérdida de objetos, a veces es posible que acusen a los demás de robarles.
7. Disminución o falta del buen juicio: conductas anómalas, como vestirse con ropa inapropiada y poner menos atención al aseo personal.
8. Pérdida de iniciativa: el paciente se encuentra muy pasivo y necesita estímulos para tomar parte en el trabajo o en las actividades sociales.
9. Cambios en el humor: en la personalidad, aparece el temor, la irritabilidad, etc.
10. El paciente precisa ayuda para todo: alimentarse, asearse, etc.
Ante la sospecha racional, se debe recomendar la visita al médico, que este procederá aun diagnóstico detallado, diagnóstico normalmente establecido por un neurólogo o neuropsiquiatra ya que es necesario también realizar pruebas de neuroimagen.
Enfermedades: La Enfermedad de Alzheimer Parte 2
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