La acción es directa sobre las bacterias productoras del cuadro diarreico, tienen una absorción intestinal baja y por ello, su acción es local en el tubo digestivo y por la misma razón tienen escasos efectos secundarios sistémicos salvo la hipersensibilidad.
No se aconseja la utilización de antiinfecciosos como tratamiento de primera elección en cuadros diarreicos por que un porcentaje considerable de las diarreas agudas son de origen viral como el Rotavirus y en cualquier caso, la mayor parte de los cuadros agudos revierten en 48 horas.
Sólo se deben emplear en cuadros con sospecha o evidencia de infección bacteriana y que no muestren evolución rápida favorable. En las infecciones graves, puede estar indicado un tratamiento sistémico en lugar de un fármaco de acción localizada en el tracto digestivo.
Las Fluoroquinolonas (Norfloxacina, Ciprofloxacina, Ofiloxacina), en tratamientos sistémicos, tienen actividad contra casi todo tipo de patógenos bacterianos intestinales salvo Clostridium difficile. En infecciones por Escherichia coli, puede usarse Tetraciclina o Trimetropim/sulfametoxazol (TMP/SMZ), aunque en niños pequeños la terapia oral con antibióticos no absorbibles es ya una alternativa a considerar. Estos antibióticos sistémicos sirven con menos éxito en Yersinia enterocolitica.
El cólera se puede tratar con Doxaciclina o bien, Ciprofloxacino. Alternativamente con TMP/SMP durante 3 días. La Ampicilina, Amoxicilina o la combinación de Sulfametoxazol y Trimetroprima oral son útiles en disentería por Shigella y gastroenteritis por Salmonella (aunque es difícil de erradicar y las Fluoroquinolonas son preferibles). La Eritromicina, puede beneficiar en algunos casos de infecciones por Campylobacter si se administra antes de los 4 días del comienzo de los síntomas, aunque su utilizad clínica general parece dudosa. La Rifaximina presenta una eficacia similar al de otras terapias antibióticas estándar,con la ventaja de que la absorción intestinal es baja.
El Clostridium difficile es un bacilo Gram-positivo esporulado y anaerobio estricto, se puede encontrar tanto en el ambiente como en el tracto gastrointestinal de animales y humanos. Forma parte de la microbiota intestinal del 80% de los niños menores de un año y menos de un 5% de los adultos sanos adquieren el estatus de portador. La afectación de la flora intestinal que se produce por el empleo masivo de antibióticos de amplio espectro, hace que un porcentaje de los cuadros de diarrea sean debidos a Clostridium difficile y prácticamente el 100% cuando el diagnostico es de colitis pseudomembranosa. Para el tratamiento de la diarrea y la colitis asociada al uso de antibióticos, los fármacos de primera linea son el Metronidazol oral en los cuadros leves o moderados y la Vancomicina oral en los cuadros graves, siempre durante 10-14 días. La Fidaxomicina oral en infecciones por Clostridium difficile, actúa inhibiendo la síntesis de ARN por la ARN polimerasa bacteriana, tiene acción bactericida dependiente del tiempo e inhibe el proceso de esporulación del Clostridium difficile y es capaz de inhibir la producción de toxinas del Clostridium difficile (a contrario que el Metronidazol y Vancomicina)
El Metronidazol puede también ser útiles en diarreas por protozoos.
La Dihidroestreptomicina se emplea en tratamiento etiológico de diarreas por infección digestiva o de origen desconocido, como colitis o enterocolitis.
La Neomicina es un antibacteriano, antibacteriano anti-gram-negativo, bactericida, Aminoglucósido. Se emplea en tratamiento etiológico de diarreas por infección digestiva o de origen desconocido, como colitis o enterocolitis. También en estreñimiento, esterilización intestinal preoperatoria, en hiperamonemia, y afecciones hepáticas causadas por la misma como encefalopatía hepática.
La Nistatina es un antifúngico fungistático. Se utiliza en la profilaxis y tratamiento de la candidiasis orofaríngea y candidiasis intestina.
La Paromomicina es un antibacteriano, antibacteriano anti-gram negativos, bactericida, Aminoglucósido. Se emplea en amebiasis intestinal, en el tratamiento de la disentería amebiana aguda o crónica. En tratamiento coadyuvante de la disentería bacteriana. También como tratamiento alternativo de parásitos intestinales como tenias u otros cestodos, en hiperamonemia y afecciones hepáticas causadas por la misma, como encefalopatia hepática, como coadyuvante en el tratamiento de larga duración del coma hepático por reducción de las bacterias formadoras de amoniaco en el tracto gastrointestinal.
En el mercado hay una presentación que contiene Dihidroestreptomicina sulfato, Formilsulfatiazol y Neomicina sulfato, que se utiliza en infecciones digestivas que cursan con diarrea estival, colitis y enterocolitis.
No hay que olvidarse dentro de los antiinfecciosos las Sulfamidas, los Derivados imidazólicos y otros.
No se aconseja la utilización de antiinfecciosos como tratamiento de primera elección en cuadros diarreicos por que un porcentaje considerable de las diarreas agudas son de origen viral como el Rotavirus y en cualquier caso, la mayor parte de los cuadros agudos revierten en 48 horas.
Sólo se deben emplear en cuadros con sospecha o evidencia de infección bacteriana y que no muestren evolución rápida favorable. En las infecciones graves, puede estar indicado un tratamiento sistémico en lugar de un fármaco de acción localizada en el tracto digestivo.
Las Fluoroquinolonas (Norfloxacina, Ciprofloxacina, Ofiloxacina), en tratamientos sistémicos, tienen actividad contra casi todo tipo de patógenos bacterianos intestinales salvo Clostridium difficile. En infecciones por Escherichia coli, puede usarse Tetraciclina o Trimetropim/sulfametoxazol (TMP/SMZ), aunque en niños pequeños la terapia oral con antibióticos no absorbibles es ya una alternativa a considerar. Estos antibióticos sistémicos sirven con menos éxito en Yersinia enterocolitica.
El cólera se puede tratar con Doxaciclina o bien, Ciprofloxacino. Alternativamente con TMP/SMP durante 3 días. La Ampicilina, Amoxicilina o la combinación de Sulfametoxazol y Trimetroprima oral son útiles en disentería por Shigella y gastroenteritis por Salmonella (aunque es difícil de erradicar y las Fluoroquinolonas son preferibles). La Eritromicina, puede beneficiar en algunos casos de infecciones por Campylobacter si se administra antes de los 4 días del comienzo de los síntomas, aunque su utilizad clínica general parece dudosa. La Rifaximina presenta una eficacia similar al de otras terapias antibióticas estándar,con la ventaja de que la absorción intestinal es baja.
El Clostridium difficile es un bacilo Gram-positivo esporulado y anaerobio estricto, se puede encontrar tanto en el ambiente como en el tracto gastrointestinal de animales y humanos. Forma parte de la microbiota intestinal del 80% de los niños menores de un año y menos de un 5% de los adultos sanos adquieren el estatus de portador. La afectación de la flora intestinal que se produce por el empleo masivo de antibióticos de amplio espectro, hace que un porcentaje de los cuadros de diarrea sean debidos a Clostridium difficile y prácticamente el 100% cuando el diagnostico es de colitis pseudomembranosa. Para el tratamiento de la diarrea y la colitis asociada al uso de antibióticos, los fármacos de primera linea son el Metronidazol oral en los cuadros leves o moderados y la Vancomicina oral en los cuadros graves, siempre durante 10-14 días. La Fidaxomicina oral en infecciones por Clostridium difficile, actúa inhibiendo la síntesis de ARN por la ARN polimerasa bacteriana, tiene acción bactericida dependiente del tiempo e inhibe el proceso de esporulación del Clostridium difficile y es capaz de inhibir la producción de toxinas del Clostridium difficile (a contrario que el Metronidazol y Vancomicina)
El Metronidazol puede también ser útiles en diarreas por protozoos.
La Dihidroestreptomicina se emplea en tratamiento etiológico de diarreas por infección digestiva o de origen desconocido, como colitis o enterocolitis.
La Neomicina es un antibacteriano, antibacteriano anti-gram-negativo, bactericida, Aminoglucósido. Se emplea en tratamiento etiológico de diarreas por infección digestiva o de origen desconocido, como colitis o enterocolitis. También en estreñimiento, esterilización intestinal preoperatoria, en hiperamonemia, y afecciones hepáticas causadas por la misma como encefalopatía hepática.
La Nistatina es un antifúngico fungistático. Se utiliza en la profilaxis y tratamiento de la candidiasis orofaríngea y candidiasis intestina.
La Paromomicina es un antibacteriano, antibacteriano anti-gram negativos, bactericida, Aminoglucósido. Se emplea en amebiasis intestinal, en el tratamiento de la disentería amebiana aguda o crónica. En tratamiento coadyuvante de la disentería bacteriana. También como tratamiento alternativo de parásitos intestinales como tenias u otros cestodos, en hiperamonemia y afecciones hepáticas causadas por la misma, como encefalopatia hepática, como coadyuvante en el tratamiento de larga duración del coma hepático por reducción de las bacterias formadoras de amoniaco en el tracto gastrointestinal.
En el mercado hay una presentación que contiene Dihidroestreptomicina sulfato, Formilsulfatiazol y Neomicina sulfato, que se utiliza en infecciones digestivas que cursan con diarrea estival, colitis y enterocolitis.
No hay que olvidarse dentro de los antiinfecciosos las Sulfamidas, los Derivados imidazólicos y otros.
Medicamentos: Los Antidiarreicos, Antiinfecciosos
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