Las quemaduras son lesiones en los tejidos producidas por el contacto directo de éstos con cáusticos químicos, electricidad, gases, líquidos, radiación o superficies calientes y, como consecuencia de ello, se produce la muerte celular.
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La gravedad de la quemadura depende de la profundidad, extensión y la zona anatómica afectada. Cuando afectan de forma extensa (superficie corporal total quemada sea mayor al 15-20% o son profundas (quemaduras dérmicas profundas y subdérmicas, requieren de tratamiento en centros especializados.
Plantas medicinales, tratamientos de enfermedades: Las Quemaduras, monográficos Parte 1
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El tratamiento va enfocado a:
Si se trata de pacientes con patologías crónicas (diabetes, enfermedades pulmonares, inmunodepresión, insuficiencia renal o crónica) debe ir al médico, salvo que sea una quemadura de primer grado.
Si está tomando medicamentos que puedan producir fotosensibilidad.
Cuando se trata de una quemadura menor (de primer grado), hay que separar el paciente del agente etiológico (causante), retirar la ropa y cualquier otro objeto que esté próximo a la zona quemada. No se recomienda retirar la ropa si está muy pegada a la piel o si la quemadura es muy extensa. Luego lavar con suero fisiológico o agua tibia durante mínimo 10-20 minutos (con el fin de limpiar la zona, reducir el dolor y disminuir el edema). A continuación se limpia la quemadura con agua y jabón (la aplicación de un antiséptico puede retrasar la curación de la herida, aunque si está muy sucia se puede aplicar povidona o clorhexidina) y posteriormente se aplica un apósito estéril que aporte humedad o la retenga, que absorba el exceso de exudado y que respete física y bioquímicamente la biología de la herida (ej. gasa hidrófila, tull o malla antiadherente) y que la retirada del apósito no sea traumática. El dolor se puede calmar con analgésicos convencionales. El empleo de antisépticos u otros productos que modifiquen el aspecto local de la quemadura, puede enmascarar la evolución de la herida, por lo que debe procederse a una limpieza y examen de la zona quemada cada vez que se proceda a curarla, lavando los restos de antiséptico u otros medicamentos tópicos presentes, antes de proceder a su renovación.
Si la quemadura tiene más extensión (más de dos cm), se emplean apósitos diseñados para eso como uno que contiene parafina. Estos apósitos suelen contener otras sustancias con diversas propiedades como antisépticos, antibióticos y cicatrizantes. El apósito ideal debe contribuir a mantener un grado de humedad en el lecho de la quemadura, debe ser capaz de absorber el exceso de exudado, pero sin resecar y su retirada no debe ser traumática. Por ejemplo que contenga varias cosas como gasa hidrófila, hidrogeles etc.).
Si el área afectada es relativamente amplia o muy irregular se utilizan cremas, pomadas de tipo emoliente y protectores dermatológicos, que pueden contener entre otras cosas: glicerina, bálsamo de Perú. También pueden emplearse cicatrizantes tópicos solos o asociados a antibióticos u otras sustancias.
La aparición de flictenas (especie de gran ampolla causada por la acumulación de líquido seroso que provoca un despegamiento de la epidermis) en una lesión es indicativo de quemaduras de segundo grado.
No se recomienda el uso rutinario de antibioterapia tópica inicialmente, aunque puede plantearse cuando haya signos locales de infección (eritema alrededor de la quemadura, supuración, etc.), cuando la quemadura esté localizada en zonas de la piel altamente colonizadas y también según su etiología (por ejemplo, las quemaduras con fuego habitualmente son más sucias). Si la evolución de la enfermedad no es correcto, se debe plantear el uso sistémico de antibióticos.
- Prevenir la deshidratación de la piel
- Prevenir la infección
- Proteger el área afectada del aire
- Reducir el dolor
- Suministrar un entorno adecuado para la regeneración de la piel
Si se trata de pacientes con patologías crónicas (diabetes, enfermedades pulmonares, inmunodepresión, insuficiencia renal o crónica) debe ir al médico, salvo que sea una quemadura de primer grado.
Si está tomando medicamentos que puedan producir fotosensibilidad.
Cuando se trata de una quemadura menor (de primer grado), hay que separar el paciente del agente etiológico (causante), retirar la ropa y cualquier otro objeto que esté próximo a la zona quemada. No se recomienda retirar la ropa si está muy pegada a la piel o si la quemadura es muy extensa. Luego lavar con suero fisiológico o agua tibia durante mínimo 10-20 minutos (con el fin de limpiar la zona, reducir el dolor y disminuir el edema). A continuación se limpia la quemadura con agua y jabón (la aplicación de un antiséptico puede retrasar la curación de la herida, aunque si está muy sucia se puede aplicar povidona o clorhexidina) y posteriormente se aplica un apósito estéril que aporte humedad o la retenga, que absorba el exceso de exudado y que respete física y bioquímicamente la biología de la herida (ej. gasa hidrófila, tull o malla antiadherente) y que la retirada del apósito no sea traumática. El dolor se puede calmar con analgésicos convencionales. El empleo de antisépticos u otros productos que modifiquen el aspecto local de la quemadura, puede enmascarar la evolución de la herida, por lo que debe procederse a una limpieza y examen de la zona quemada cada vez que se proceda a curarla, lavando los restos de antiséptico u otros medicamentos tópicos presentes, antes de proceder a su renovación.
Si la quemadura tiene más extensión (más de dos cm), se emplean apósitos diseñados para eso como uno que contiene parafina. Estos apósitos suelen contener otras sustancias con diversas propiedades como antisépticos, antibióticos y cicatrizantes. El apósito ideal debe contribuir a mantener un grado de humedad en el lecho de la quemadura, debe ser capaz de absorber el exceso de exudado, pero sin resecar y su retirada no debe ser traumática. Por ejemplo que contenga varias cosas como gasa hidrófila, hidrogeles etc.).
Si el área afectada es relativamente amplia o muy irregular se utilizan cremas, pomadas de tipo emoliente y protectores dermatológicos, que pueden contener entre otras cosas: glicerina, bálsamo de Perú. También pueden emplearse cicatrizantes tópicos solos o asociados a antibióticos u otras sustancias.
La aparición de flictenas (especie de gran ampolla causada por la acumulación de líquido seroso que provoca un despegamiento de la epidermis) en una lesión es indicativo de quemaduras de segundo grado.
No se recomienda el uso rutinario de antibioterapia tópica inicialmente, aunque puede plantearse cuando haya signos locales de infección (eritema alrededor de la quemadura, supuración, etc.), cuando la quemadura esté localizada en zonas de la piel altamente colonizadas y también según su etiología (por ejemplo, las quemaduras con fuego habitualmente son más sucias). Si la evolución de la enfermedad no es correcto, se debe plantear el uso sistémico de antibióticos.
Plantas medicinales, tratamientos de enfermedades: Las Quemaduras, monográficos Parte 1
Plantas medicinales, tratamientos de enfermedades
Observaciones... Puedes descargar ésta publicación en formato pdf., en... El Mega Archivador. Puedes encontrar las referencias, la bibliografía empleada y además, todo sobre las plantas medicinales, en... nematodo.es
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