El Clean Eating es un concepto conocido desde hace muchos años en el mundo del Fitness. Se basa en comer alimentos ecológicos y sin procesar, en general.
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Consumo de alimentos poco o nada procesados, evitar azúcares añadidos y utilizar sustitutos naturales para endulzar, consumir grasas, beber agua, cocinar con técnicas tradicionales poco agresivas (cocción, guisos, planchas) etc., es decir, es un regreso al pasado en la alimentación.
Ser más conscientes de lo que comemos, mirar mejor el etiquetado de los alimentos (hay mucha publicidad engañosa), aumentar el consumo de frutas y verduras y practicar deporte diariamente. Empezar por prescindir de alimentos tan habituales en nuestras despensas como los carbohidratos refinados (pan blanco, pastas, cereales en el desayuno) y sustituirlos por productos integrales y granos enteros, que entre otros efectos ayudan a prevenir la diabetes, el hígado graso y la obesidad.
Gracias al conocimiento en comer lo más natural posible, el consumidor está forzando a la industria alimentaria a introducir cambios en la composición de sus productos. La principal ventaja es que no es una dieta y no se está sometido a contar calorías o a pesar alimentos, es una filosofía en la que la preocupación es mantener una dieta equilibrada, con sentido común a la hora de elegir los alimentos. Ello conduce a incorporar más nutrientes y productos más naturales, lo que a la larga se traduce en beneficio para la salud. Además contribuye a mantener el peso gracias al alto contenido en fibra, que regula el tránsito intestinal, los niveles de azúcar en sangre e incrementa la sensación de saciedad, por lo que es un excelente regulador del apetito.
Hay voces críticas que señalan la deriva que está experimentando esta filosofía y los peligros que puede acarrear llevándola a sus extremos, otros que califican de moda esta corriente y que ha perdido la idea original de natural y no procesado, otros acusan a la corriente de inductor de anorexia, además de ser una bomba de relojería para la salud ósea, otros alertan de que está llevando a muchos consumidores a prescindir de alimentos libres de gluten o lactosa, aunque no tengan ningún problema que impida su consumo, o incluso a evitar alimentos suplementados con vitaminas o minerales que a veces resultan útiles, etc..
Algunos consideran que esta filosofía (como cualquier otra, llevada a un extremo) puede provocar obsesión y que están aumentando los casos de ortorexia (preocupación exagerada por comer sano) y vigorexia (obsesión por un cuerpo musculado), por eso aconsejan hacer un 80% de alimentación limpia y el resto normal. En general, para los expertos, los beneficios de la comida natural en términos de salud y bienestar prevalecen sobre los efectos negativos.
Gracias al conocimiento en comer lo más natural posible, el consumidor está forzando a la industria alimentaria a introducir cambios en la composición de sus productos. La principal ventaja es que no es una dieta y no se está sometido a contar calorías o a pesar alimentos, es una filosofía en la que la preocupación es mantener una dieta equilibrada, con sentido común a la hora de elegir los alimentos. Ello conduce a incorporar más nutrientes y productos más naturales, lo que a la larga se traduce en beneficio para la salud. Además contribuye a mantener el peso gracias al alto contenido en fibra, que regula el tránsito intestinal, los niveles de azúcar en sangre e incrementa la sensación de saciedad, por lo que es un excelente regulador del apetito.
Hay voces críticas que señalan la deriva que está experimentando esta filosofía y los peligros que puede acarrear llevándola a sus extremos, otros que califican de moda esta corriente y que ha perdido la idea original de natural y no procesado, otros acusan a la corriente de inductor de anorexia, además de ser una bomba de relojería para la salud ósea, otros alertan de que está llevando a muchos consumidores a prescindir de alimentos libres de gluten o lactosa, aunque no tengan ningún problema que impida su consumo, o incluso a evitar alimentos suplementados con vitaminas o minerales que a veces resultan útiles, etc..
Algunos consideran que esta filosofía (como cualquier otra, llevada a un extremo) puede provocar obsesión y que están aumentando los casos de ortorexia (preocupación exagerada por comer sano) y vigorexia (obsesión por un cuerpo musculado), por eso aconsejan hacer un 80% de alimentación limpia y el resto normal. En general, para los expertos, los beneficios de la comida natural en términos de salud y bienestar prevalecen sobre los efectos negativos.
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