- Fármacos: la personas con asma pueden sufrir una crisis o empeorar sus síntomas habituales si toman determinados fármacos, como el ácido acetilsalicílico y otros antiinflamatorios no esteroideos (AINES), aunque parezca contradictorio ya que son antiinflamatorios, el motivo es que poseen un efecto secundario que actúa contrayendo la musculatura de distintas partes del cuerpo, incluida la de las vías respiratorias, haciendo que estas se estrechen y el aire tenga más dificultad para entrar y salir (en una persona sana no tiene trascendencia por que todo su sistema pulmonar reacciona en segundos).
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Los betabloqueantes usados en problemas cardiológicos también producen una disminución del calibre de la luz de las vías aéreas y a veces desencadenar una crisis de ahogo.
- Alimentos: Aunque en el adulto no es tan frecuente ver crisis asmáticas inducidas por alimentos, no es improbable que sucedan, sobre todo al consumir soja, huevos, pescado, frutos secos, legumbres y determinadas frutas cítricas.
- Ciertos hábitos ayudan a controlar los síntomas y a reducir o evitar las crisis respiratorias:
El ejercicio moderado es beneficioso. Pero hay que ser cauto si realizas actividades que impliquen periodos largos de respiración profunda, por ejemplo correr una larga distancias, al bailar de una manera intensa o participar en juegos de equipo. Lo mejor es preparar las vías respiratorias para el esfuerzo, calentando y con estiramientos progresivos (de menos a más esfuerzo) antes de realizar el ejercicio escogido. En ocasiones el cloro de las piscinas provoca irritación de las vías aéreas, que puede llegar a ser muy grave en personas que padecen asma
5 consejos para tener un hogar anti-asma
- Limpieza. Evitar los productos muy fuertes, es preferible optar por una limpieza más natural, utilizando fórmulas que no estén elaboradas por una larga lista de componentes químicos y ten siempre presente que el vinagre es un buen desinfectante
- Perfumes: Evitar los muy intensos, ya que pueden ser potentes irritantes de las vías respiratorias, haciendo que se desencadenen los síntomas. Decántate por por marcas con fórmulas suaves
- Utilizar mascarilla si es preciso. En los días de mayor polución, utiliza una mascarilla con filtro para que el aire que respiras llegue más limpio a los pulmones (no vale cualquiera).
- Ojo a los cambios bruscos de temperatura. Con el fin de evitar que las vías respiratorias se resequen, llevar varias capas de ropa y respirar unos segundos tapándote la boca y la nariz con algún pañuelo limpio.
- Si tienes aire acondicionado, mantener la temperatura en 24 grados. Los sistemas para enfriar el ambiente suelen dar más problemas respiratorios que los de calefacción porque durante el proceso de enfriado genera humedad y condensación. Hacerle un buen mantenimiento antes de ponerlo en marcha por primera vez y revisa y sanea los filtros del aire con frecuencia.
Aunque en principio los síntomas del asma pueden confundirse con los de cualquier otra enfermedad respiratoria, cuando se sospecha es necesario hacer una serie de pruebas médicas para llegar a un diagnóstico certero
La obesidad puede inducir cambios en las vías respiratorias (remodelándolas, reduciendo la capacidad pulmonar), cursar alteraciones hormonales e inducir transtornos como el reflujo gastroesofágico o la diabetes de tipo 2, que pueden conducir al asma
Al ser el asma una enfermedad crónica no se cura, aunque algunas veces se llega controlar reordenando ciertos hábitos. En otras, sin embargo, se vuelve resistente y el especialista prescribe fármacos:
- Los preventivos: Son inhaladores cuyo objetivo es evitar los síntomas al reducir la inflamación de los bronquios.
- Loa aliviadores o de rescate, se utilizan cuando ya han aparecido las molestias. Tanto en uno como en otro caso, el fármaco está en forma de gas o polvo seco y con cada inhalación se suministra la cantidad exacta. Los nebulizadores (que ya no son de pequeño tamaño) se utilizan habitualmente en caso de sufrir una crisis asmática y combinan medicamento y agua.
- También se pueden prescribir antiinflamatorios, como los corticoides orales y otras medicinas específicas según la gravedad del caso. pero, ninguno de estos medicamentos está exento de efectos secundarios, por eso conviene seguir a rajatabla las indicaciones médicas.
Durante el tratamiento, se deben aplicar hábitos que permitan controlar mejor el asma e ir retirando o reduciendo la cantidad de medicamento.
- Ciertos hábitos ayudan a controlar los síntomas y a reducir o evitar las crisis respiratorias:
El ejercicio moderado es beneficioso. Pero hay que ser cauto si realizas actividades que impliquen periodos largos de respiración profunda, por ejemplo correr una larga distancias, al bailar de una manera intensa o participar en juegos de equipo. Lo mejor es preparar las vías respiratorias para el esfuerzo, calentando y con estiramientos progresivos (de menos a más esfuerzo) antes de realizar el ejercicio escogido. En ocasiones el cloro de las piscinas provoca irritación de las vías aéreas, que puede llegar a ser muy grave en personas que padecen asma
5 consejos para tener un hogar anti-asma
- Limpieza. Evitar los productos muy fuertes, es preferible optar por una limpieza más natural, utilizando fórmulas que no estén elaboradas por una larga lista de componentes químicos y ten siempre presente que el vinagre es un buen desinfectante
- Perfumes: Evitar los muy intensos, ya que pueden ser potentes irritantes de las vías respiratorias, haciendo que se desencadenen los síntomas. Decántate por por marcas con fórmulas suaves
- Utilizar mascarilla si es preciso. En los días de mayor polución, utiliza una mascarilla con filtro para que el aire que respiras llegue más limpio a los pulmones (no vale cualquiera).
- Ojo a los cambios bruscos de temperatura. Con el fin de evitar que las vías respiratorias se resequen, llevar varias capas de ropa y respirar unos segundos tapándote la boca y la nariz con algún pañuelo limpio.
- Si tienes aire acondicionado, mantener la temperatura en 24 grados. Los sistemas para enfriar el ambiente suelen dar más problemas respiratorios que los de calefacción porque durante el proceso de enfriado genera humedad y condensación. Hacerle un buen mantenimiento antes de ponerlo en marcha por primera vez y revisa y sanea los filtros del aire con frecuencia.
Aunque en principio los síntomas del asma pueden confundirse con los de cualquier otra enfermedad respiratoria, cuando se sospecha es necesario hacer una serie de pruebas médicas para llegar a un diagnóstico certero
La obesidad puede inducir cambios en las vías respiratorias (remodelándolas, reduciendo la capacidad pulmonar), cursar alteraciones hormonales e inducir transtornos como el reflujo gastroesofágico o la diabetes de tipo 2, que pueden conducir al asma
Al ser el asma una enfermedad crónica no se cura, aunque algunas veces se llega controlar reordenando ciertos hábitos. En otras, sin embargo, se vuelve resistente y el especialista prescribe fármacos:
- Los preventivos: Son inhaladores cuyo objetivo es evitar los síntomas al reducir la inflamación de los bronquios.
- Loa aliviadores o de rescate, se utilizan cuando ya han aparecido las molestias. Tanto en uno como en otro caso, el fármaco está en forma de gas o polvo seco y con cada inhalación se suministra la cantidad exacta. Los nebulizadores (que ya no son de pequeño tamaño) se utilizan habitualmente en caso de sufrir una crisis asmática y combinan medicamento y agua.
- También se pueden prescribir antiinflamatorios, como los corticoides orales y otras medicinas específicas según la gravedad del caso. pero, ninguno de estos medicamentos está exento de efectos secundarios, por eso conviene seguir a rajatabla las indicaciones médicas.
Durante el tratamiento, se deben aplicar hábitos que permitan controlar mejor el asma e ir retirando o reduciendo la cantidad de medicamento.
Enfermedades: El Asma Parte 2
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