La norma también obliga al fabricante a realizar una evaluación del producto antes de que salga al mercado para garantizar la seguridad y además debe facilitar a las autoridades todos los datos, como la lista completa de su composición, modo de uso o su caducidad. Respecto a la toxicidad, la UE cuenta con una de las legislaciones más seguras y con más ingredientes prohibidos o con restricciones en su concentración. Las autoridades sanitarias europeas revisan continuamente estos ingredientes, actualizando la información, por lo que existen sustancias todavía en estudio.
- Cuando un cosmético reivindica algún efecto, tiene la obligación de presentar pruebas de eficacia. En muchos casos la efectividad depende de la concentración que se utilice de sus principios activos. Por ejemplo los filtros solares tienen demostrada su eficacia e incluso se conoce en que medida bloquean los rayos del sol. También está demostrado la efectividad de la glicerina o el ácido hialurónico para hidratar y los efectos antienvejecimiento del ácido retinoico, mejora la textura y el tono de la piel y atenúa las líneas de expresión. Muchas veces los fabricantes exageran, pero la ley solo determina que estos productos deben probar sus resultados a través de estudios en humanos con una muestra real, cuantitativa y cualitativa significativa, pero no especifica las condiciones de estos test
- En términos de antienvejecimiento, una crema no puede traspasar la epidermis, por lo que eliminar una arruga en cosmética resulta imposible. Hay fabricantes de activos que realizan test in vitro y en consumidores en los que analizan la profundidad de la arruga y que logran cierta mejoría tras la aplicación del producto. Con estos resultados pueden utilizarlo en su marketing, pero el efecto siempre es sutil. Aunque el cosmético no elimine las arrugas, si que puede ayudar a tratarlas y prevenirlas, ya que al estar la piel más elástica e hidratada (sobre todo protegida del sol) la arruga se marcará menos y será menos visible. Por lo tanto, si que hay ingredientes que ayudarán a este efecto como el ácido hialurónico o la vitamina C.
- Una fórmula sencilla puede ser un buen producto, si el fabricante garantiza su función. Algunas veces añaden ingredientes exóticos o costosos para vendernos una idea de producto exclusivo, pero otras veces combinan varios activos con el fin de ampliar las características del producto, por ejemplo, para hacer más cómoda la aplicación. Hay fabricantes que invierten más en ensayos clínicos y estudios para demostrar la efectividad de los productos, lo cual puede aumentar su coste.
- Para certificar un cosmético con el sello bio o ecológico, hay que demostrar que los ingredientes son naturales y procedentes de agricultura ecológica, con un mínimo en síntesis y que no han usado compuestos controvertidos o perjudiciales para el medio ambiente (como las siliconas, que tardan mucho en degradarse). Pero un producto certificado como ecológico o natural no significa que la fórmula sea más efectiva o segura (puesto que en Europa todos los cosméticos deben ser seguros según la legislación vigente). La cosmética natural no resulta inocua, ya que también puede causar reacciones como el resto de productos. Aunque en estas formulaciones evitan la presencia de muchos componentes sintéticos con potencial alergénico o irritante, se permiten por ejemplo aceites esenciales, que también lo tienen, sobre todo en pieles sensibles.
- Los parabenos son una familia de sustancias utilizadas como conservantes en productos cosméticos, que previenen el crecimiento de bacterias y mohos. Si en un producto se nos asegura que está libre de ellos, la afirmación sugiere implicitamente que otros productos en el mercado que los llevan no son seguros, pero no es así. Los estudios toxicológicos han concluido que cuatro de ellos son seguros: butilparabeno, propilparabeno (E-216), metilparabeno (E-218) y etilparabeno (E-214) y han establecido la concentración máxima permitida en ellos.
- La legislación recomienda eliminar los reclamos "libres de" para que no provoquen confusión en el consumidor. Afirmaciones como "libres de tóxicos, cuando ningún cosmético puede por norma llevar sustancias tóxicas, por lo cual este reclamo confunde al consumidor y le hace pensar que otros si lo llevan, "libre de parabenos" denigrando al grupo de parabenos que es muy grande, los que actualmente si se permiten en cosmética si están aprobados como seguros, "no testado en animales" cuando desde 2013 está prohibido las pruebas en animales de productos cosméticos y sus componentes. Estos métodos fueron sustituidos por otros métodos alternativos propuestos por ley y no se puede confundir este término con la cosmética vegana (que no contiene ningún producto o ingrediente de origen animal) y no existen certificados oficiales ni normativas específicas sobre este tipo de cosméticos.
Cosmética con o sin...: Algunas cosas sobre cosmética
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