Homeopatía y Medicinas tradicionales en SARS-COV2 Parte 2

Quercetina

Es un bioflavonoide presente en muchos vegetales, frutas, aunque en cantidades pequeñas. Es un ionóforo del zinc, es decir, mejora la penetración del zinc en las células. Es un antiviral de amplio espectro que podría tener efectos beneficiosos contra virus similares al COVID-19. Hay registrado un ensayo en China para evaluar el efecto como profiláxis y tratamiento de COVID-19.

Melatonina
En sepsis, la melatonina aumenta la concentración sanguínea de IL-10 (citokina antiinflamatorias), inhibe la expresión de los receptores ACE2 en las membranas celulares y previene la tormenta de citoquinas que se asocia con los casos más severos de infección por COVID-19. Al igual que la artemisia, el própolis y la vitamina D, parece que inhibe la enzima PAK1, esencial para la infección por coronavirus. Hay varios ensayos, uno de ellos evaluando la profilaxis de infección por SARS-CoV-2 en personal sanitario en riesgo.

Lactoferrina
Posee efectos antivirales, inmunomoduladores y antiinflamatorios. Ha demostrado eficacia antiviral frente al SARS-CoV. Reduce la IL-6, TNF-alfa y disminuye la ferritina en ensayos experimentales de simulación de sepsis. Hay varios ensayos de evaluación.

Zinc
Es un elemento fundamental para una correcta función inmunológica. Un estudio del año 2010 demostró que al combinarlo con un ionoforo (una molécula que lo transporta al interior de las células) es capaz de bloquear la replicación viral del SARS-CoV en un cultivo celular. La quercetina, el galato de epigalocatequina y la hidroxicloroquina son ionóforos del zinc. Hay varios ensayos registrados administrado solo o con fármacos como la hidroxicloroquina.

Propóleo
Parece que inhibe la enzima PAK1. Hay varios ensayos para evaluar su eficacia

Ácido fólico
Es capaz de inhibir la actividad de la enzima furina, que escinde la proteína "espiga" del coronavirus, clave para que el coronavirus pueda entrar en la célula pulmonar y reproducirse. Por lo que podría ayudar a prevenir o aliviar la afectación respiratoria asociada al COVID-19. Hay varios ensayos para evaluar el efecto de la suplementación con ácido fólico.

Vitamina D
La deficiencia contribuye al síndrome de estrés respiratorio. Los casos de peor pronóstico aumentan con la edad y con la comorbilidad, ambas asociadas con una baja concentración de vitamina D en la sangre. Hay un ensayo sobre pacientes con COVID-19 con el objeto de investigar si el uso de vitamina D como inmunomodulador induce una mejoría significativa en pacientes leves de COVID-19 y si es capaz de prevenir la agravación de los síntomas. Hay varios ensayos más de evaluación

Vitamina C
Mejora la función inmune del cuerpo para superar infecciones. También como coadyuvante en la sepsis. Es una terapia relevante en el tratamiento de la COVID-19 cuando se administra por vía intravenosa reduciendo la tormenta de citoquinas y la inflamación de los pulmones.
Hay estudios clínicos que ha evaluado la eficacia de esta vitamina, demostrando que la suplementación oral con vitamina C, reduce la incidencia de infecciones en el aparato respiratorio. Hay un estudio que concluye que los suplementos que contienen vitamina C y D y otros micronutrientes podrían ser un medio seguro, efectivo y de bajo coste para ayudar al sistema inmunológico a combatir COVID-19 y otras enfermedades agudas del tracto respiratorio. Hay varios estudios de evaluación.

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