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El potencial de la luz LED integrada dentro de las LLLT (Terapia Láser de Bajo Nivel) utilizada como herramienta médica y estética, pero hasta la década de los 90 no se empezó a utilizar, entonces la fototerapia estaba dominada por los láseres convencionales, ya que los investigadores no eran capaces de generar luz LED de una longitud de onda específica, es decir de un color determinado, como para alcanzar los objetivos clínicos concretos.
En 1998 la NASA logró desarrollar fuentes de LED estables, poderosas y de diferentes colores. La primera aplicación práctica fue la del rojo y el infrarrojo cercano que conseguía mitigar el dolor y contribuir a la curación más rápida de las quemaduras y heridas. Hoy tiene múltiples aplicaciones para la salud y la belleza de la piel
Las fuentes de luz no térmicas, coherentes (láser) o no coherentes, de lámparas filtradas o diodos emisores de luz (LED) se utilizan en las aplicaciones terapéuticas de LLLT, principalmente para reducir el dolor y la inflamación, acelerar la reparación de tejidos, regenerar los tegumentos y nervios y prevenir el daño tisular. En los últimos años, se ha demostrado que es una modalidad terapéutica prometedora para una amplia gama de aplicaciones dermatológicas y cosméticas, tales como las arrugas, flacidez, acné, celulitis, estrías, manchas, alopecia etc. Es no invasiva y con efectos secundarios leves. Funciona bien por si misma y también junto a otras tecnologías como los ultrasonidos focalizados de alta densidad (HIFU), radiofrecuencia en todas sus versiones, vacumterapia, microcorrientes o principios activos cosméticos de vanguardia.
Hoy lo más nuevo es un aparato que se llama Kleresca SKR basado en el mecanismo de fotosíntesis de las plantas, interactúa con un gel fotoconversor que hace de cromóforo que convierte la luz en energía fluorescente capaz de desencadenar una serie de reacciones en los tejidos, como la formación de nuevo colágeno. Han aparecido gadget caseros que replican esta tecnología. Aparatos que prometen disminuir las patas de gallo, remodelar el óvalo facial, minimizar las manchas, mitigar el acné, paliar la caída capilar o disipar la celulitis. El software de estos aparatos marcará sus diferentes usos ya que cada longitud de onda (color) llega a una profundidad diferente y actúa de manera distinta: la luz roja (630-730 nanómetros) activa la regeneración celular y el metabolismo de los fibroblastos, generando colágeno y elastina, con la que ayuda a reducir las arrugas, cierra los poros y previene el envejecimiento; la azul (440 nm) es la ideal para combatir el acné, ya que inicia un radical de oxígeno capaz de destruir la bacteria que genera esta patología, además reduce el tamaño de los poros, los granos producidos por el estrés o los cambios hormonales, la inflamación y las rojeces y tiene un efecto calmante en las pieles hipersensibles; la luz verde (525 nm) es muy eficaz para luchar contra la hiperpigmentación ya que actúa sobre los melanocitos (células que segregan la melanina (el pigmento de la piel) inhibiendo la producción excesiva, ayudando a suavizar las manchas,eliminar el melasma y mejorar el vitiligo y las cicatrices oscuras; la turquesa (480 nm) activa el flujo energético intracelular y posee un efecto calmante y relajante sobre las pieles fatigadas; la amarilla o ámbar (585-590 nm) estimula la circulación linfática, mejora la oxigenación y eleva el sistema inmunitario, es perfecta para regular la piel sensible, aportar luminosidad y suavidad, además de tener propiedades reafirmantes y actuar sobre el sistema nervioso; la violeta (405-420 nm), combinación de rojo y azul, favorece la eliminación de las toxinas, reduce la inflamación, mejora la cicatrización y está recomendada después de un tratamiento médico-estético como el Botox, rellenos o laser por su acción antiinflamatoria; la luz blanca (800-830), capaz de penetrar en las capas más profundas, es una gran regeneradora de las células muy indicada para combinarla con tratamientos de rejuvenecimiento intenso.
Los tiempos de aplicación van de 10 a 30 minutos y los aparatos más seguros llevan un sensor que automáticamente mide la duración del tratamiento.
En cuanto a los aparatos caseros, los dermatólogos opinan que sólo se deben utilizar para continuar los tratamientos en casa, buscando aumentar la duración del efecto. Tienen menor potencia y son menos eficaces y no permiten realizar la reacción biofotónica responsable de la estimulación de colágeno. Sería necesario realizar estudios científicos en sectores amplios de población para determinar con exactitud la eficacia cualitativa de estos gadgets.
Contraindicaciones
La fototerapia con LEDs en cabina es absolutamente segura y libre de molestias para la mayoría de las personas de cualquier edad, sexo o color de piel. En casa es recomendable utilizar gafas, como las que se utilizan en las sesiones de laser por precaución. Algunos especialistas no prescriben su uso en pacientes con cáncer, diabetes o que vayan a ser sometidos a una intervención quirúrgica, sin consultar previamente con el cirujano, durante el embarazo y la lactancia, cuando exista en la zona alguna infección, herida o vasos varicosos o si se usan medicamentos que produzcan fotosensibilidad. Tampoco en personas con enfermedades fotosensibles como porfiria.
Utilización en medicina
- Se utiliza para prevenir y curar los daños colaterales de la quimioterapia, como para promover la cicatrización de las heridas y de las llagas generadas por la quimioterapia
- Acelerar la recuperación de traumatismos. Las células expuestas a la luz infrarroja crecen más rápido que las células no estimuladas por luz. Las células de los huesos, músculos o piel, responden de manera diferente a varias longitudes de onda o niveles de energía de luz
- Para eliminar los tumores cerebrales. Se está utilizando una sonda quirúrgica equipada con diodos de luz LED, de una longitud de onda larga, para activar la acción de medicamentos especiales con el fin de hacer desaparecer tumores cerebrales.
Curiosidades: Las LEDs y su uso en salud
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