Zinc (Zn)
El Zinc participa en más de 200 metaloenzimas implicadas en multitud de procesos, como la producción de Insulina, procesos para el mantenimiento de la integridad de la piel, cicatrización de heridas y crecimiento corporal. Un hombre adulto contiene 1,5-3 g de Zinc en el organismo.
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Su deficiencia crónica parece estar relacionada con retrasos en el crecimiento, hipogonadismo, cirrosis, disminución del sentido del gusto (hipogeusia) y del olfato. La acrodermatitis enterohepática es debida a una deficiencia genética para absorber el Zinc. Las infecciones, necrosis y tumores reducen las concentraciones de Zinc.
Flúor (F)
Los huesos y los dientes contienen la mayor parte del Flúor presente en el organismo. La capacidad de prevención del Flúor es por la formación de fluorapatita en el esmalte dental y el efecto antibacteriano directo
El Flúor contenido en el agua de bebida es el principal elemento de la dieta con capacidad de prevenir la caries dental. El Flúor es muy tóxico, por lo que se debe evitar el consumo de suplementos excesivos o aguas de bebida con más de 10 ppm.
Selenio (Se)
Participa en la regeneración de ciertos sistemas metabólicos y está estrechamente relacionado con la Vitamina E en sus efectos antioxidantes.
Es un factor dietético protector frente al cáncer. Su deficiencia crónica severa parece ser el responsable de graves alteraciones cardiacas, aunque es muy rara en los países occidentales. La exposición crónica al selenio (en cantidades elevadas) ha sido relacionada al desarrollo de cirrosis y de tumores hepáticos. Hay casos de intoxicación aguda que conducen a deficiencias de metionina y cisteína, debido a un intercambio de Azufre por Selenio.
Molibdeno (Mo)
Forma parte de diversos sistemas metabólicos, entre ellos los ligados a la formación del Ácido úrico. Se le considera un factor quimioprotector del cáncer, posiblemente debido a un efecto antimutagénico cuyo mecanismo no se conoce en detalle.
La deficiencia crónica parece estar asociada a alteraciones neurológicas (irritabilidad, ceguera nocturna o nictalopía), así como trastornos cardiacos y respiratorios.
Cobalto (Co)
Forma parte de la vitamina B12, que es imprescindible para la maduración de los glóbulos rojos, así como para determinadas funciones neurológicas y para la síntesis de ácidos nucleicos.
Cromo (Cr)
Participa en el metabolismo de la glucosa por los tejidos, en asociación de la insulina.
La deficiencia crónica es improbable y parece cursar con un síndrome similar a la diabetes, Sin embargo el cromo es hepatotóxico en dosis no muy elevadas.
El Zinc participa en más de 200 metaloenzimas implicadas en multitud de procesos, como la producción de Insulina, procesos para el mantenimiento de la integridad de la piel, cicatrización de heridas y crecimiento corporal. Un hombre adulto contiene 1,5-3 g de Zinc en el organismo.
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Flúor (F)
Los huesos y los dientes contienen la mayor parte del Flúor presente en el organismo. La capacidad de prevención del Flúor es por la formación de fluorapatita en el esmalte dental y el efecto antibacteriano directo
El Flúor contenido en el agua de bebida es el principal elemento de la dieta con capacidad de prevenir la caries dental. El Flúor es muy tóxico, por lo que se debe evitar el consumo de suplementos excesivos o aguas de bebida con más de 10 ppm.
Selenio (Se)
Participa en la regeneración de ciertos sistemas metabólicos y está estrechamente relacionado con la Vitamina E en sus efectos antioxidantes.
Es un factor dietético protector frente al cáncer. Su deficiencia crónica severa parece ser el responsable de graves alteraciones cardiacas, aunque es muy rara en los países occidentales. La exposición crónica al selenio (en cantidades elevadas) ha sido relacionada al desarrollo de cirrosis y de tumores hepáticos. Hay casos de intoxicación aguda que conducen a deficiencias de metionina y cisteína, debido a un intercambio de Azufre por Selenio.
Molibdeno (Mo)
Forma parte de diversos sistemas metabólicos, entre ellos los ligados a la formación del Ácido úrico. Se le considera un factor quimioprotector del cáncer, posiblemente debido a un efecto antimutagénico cuyo mecanismo no se conoce en detalle.
La deficiencia crónica parece estar asociada a alteraciones neurológicas (irritabilidad, ceguera nocturna o nictalopía), así como trastornos cardiacos y respiratorios.
Cobalto (Co)
Forma parte de la vitamina B12, que es imprescindible para la maduración de los glóbulos rojos, así como para determinadas funciones neurológicas y para la síntesis de ácidos nucleicos.
Cromo (Cr)
Participa en el metabolismo de la glucosa por los tejidos, en asociación de la insulina.
La deficiencia crónica es improbable y parece cursar con un síndrome similar a la diabetes, Sin embargo el cromo es hepatotóxico en dosis no muy elevadas.
Medicamentos: Los Suplementos minerales Parte 3
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