- Oftalmológicos
Las preparaciones oftalmológicas (colirios, pomadas oftalmológicas, etc.) son capaces de perturbar temporalmente la capacidad visual de los pacientes, haciendo de la conducción de automóviles una actividad potencialmente peligrosa.
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En este sentido, los Agentes midriáticos pueden requerir de varias horas desde su aplicación (para normalizar la visión), y está formalmente desaconsejado conducir bajo ese efecto.
En general, los Preparados oftálmicos antiglaucoma deben ser adecuadamente contrastados en los pacientes para comprobar sus efectos sobre la visión antes de conducir. Igualmente, no se aconseja la conducción de vehículos en las personas a las que se les haya aplicado Lágrimas artificiales, al menos hasta que la visión esté completamente restaurada.
- Antihipertensivos
En general, un paciente hipertenso bien controlado no debe tener ningún problema para conducir adecuadamente un vehículo. No obstante, un caso especial es la utilización de Antagonistas alfa-adrenérgicos (Prazosina, Doxazosina, etc.), que producen con cierta frecuencia hipotensión postural, usualmente manifestada como mareos o vértigo al producirse movimientos bruscos (estos fármacos, también se utilizan para el tratamiento de hiperplaxia benigna de próstata).
Para que el riesgo sea menor, los tratamientos con Alfa-bloqueantes deben comenzar con dosis bajas que se irán incrementando progresivamente
Pautas generales y mensajes sanitarios
- Antes de conducir o utilizar máquinas, debe conocer los posibles efectos de su tratamiento que puedan reducir los reflejos o la capacidad de reacción.
- No hay que olvidar que, en el caso de que un medicamento pueda afectar la capacidad de conducción, este efecto se produce principalmente al inicio del tratamiento o en caso de cambio de dosis.
- Hay que tener especial precaución a la hora de la indicación conjunta de varios medicamentos, situación muy habitual en la práctica médica, ante la posibilidad de interacciones entre los mismos.
- Beber alcohol afecta negativamente su capacidad para conducir, hecho que se potencia si además se están utilizando medicamentos.
- Se debe hacer un especial seguimiento en los casos de tratarse de conductores habituales, por ejemplo, por su actividad profesional.
- Siempre hay que recomendar al paciente que consulte al médico o farmacéutico cualquier duda sobre la medicación y sus efectos sobre la conducción.
Las preparaciones oftalmológicas (colirios, pomadas oftalmológicas, etc.) son capaces de perturbar temporalmente la capacidad visual de los pacientes, haciendo de la conducción de automóviles una actividad potencialmente peligrosa.
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En general, los Preparados oftálmicos antiglaucoma deben ser adecuadamente contrastados en los pacientes para comprobar sus efectos sobre la visión antes de conducir. Igualmente, no se aconseja la conducción de vehículos en las personas a las que se les haya aplicado Lágrimas artificiales, al menos hasta que la visión esté completamente restaurada.
- Antihipertensivos
En general, un paciente hipertenso bien controlado no debe tener ningún problema para conducir adecuadamente un vehículo. No obstante, un caso especial es la utilización de Antagonistas alfa-adrenérgicos (Prazosina, Doxazosina, etc.), que producen con cierta frecuencia hipotensión postural, usualmente manifestada como mareos o vértigo al producirse movimientos bruscos (estos fármacos, también se utilizan para el tratamiento de hiperplaxia benigna de próstata).
Para que el riesgo sea menor, los tratamientos con Alfa-bloqueantes deben comenzar con dosis bajas que se irán incrementando progresivamente
Pautas generales y mensajes sanitarios
- Antes de conducir o utilizar máquinas, debe conocer los posibles efectos de su tratamiento que puedan reducir los reflejos o la capacidad de reacción.
- No hay que olvidar que, en el caso de que un medicamento pueda afectar la capacidad de conducción, este efecto se produce principalmente al inicio del tratamiento o en caso de cambio de dosis.
- Hay que tener especial precaución a la hora de la indicación conjunta de varios medicamentos, situación muy habitual en la práctica médica, ante la posibilidad de interacciones entre los mismos.
- Beber alcohol afecta negativamente su capacidad para conducir, hecho que se potencia si además se están utilizando medicamentos.
- Se debe hacer un especial seguimiento en los casos de tratarse de conductores habituales, por ejemplo, por su actividad profesional.
- Siempre hay que recomendar al paciente que consulte al médico o farmacéutico cualquier duda sobre la medicación y sus efectos sobre la conducción.
Medicamentos: Los Medicamentos y la Conducción Parte 4 - última
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