Si se superan los 88 centímetros (en el caso de las mujeres) o los 102 centímetros (en los hombres), se tiene un problema. La obesidad abdominal es una fuente de riesgos notables para la salud. Una vez hecho esto, hay que subirse en la báscula para saber si además hay sobrepeso. En cuyo caso hay que empezar con una dieta saludable y con el ejercicio.
Tener barriga prominente equivale a un mayor riesgo de infarto de miocardio, infarto cerebral, diabetes y otras dolencias menores como la disfunción eréctil o el insomnio.
Se consideran zonas de riesgo, los 82 centímetros en mujeres y los 95 centímetros en hombres.
Se sabe que la grasa visceral, la que rodea a los órganos, no es una grasa inerte. Al contrario, es capaz de producir cambios metabólicos y modificar el perfil lipídico, de manera que aumentan el colesterol y los triglicéridos. La obesidad central también aumenta la tensión arterial y causa resistencia a la insulina, de modo que existe un mayor riesgo de producir diabetes.
Según un estudio, las personas con un perímetro de cintura excesivo, sufren dos veces más riesgo de padecer muerte súbita. También según un estudio, el índice cintura/cadera, es decir, el resultado de dividir el perímetro abdominal por el perímetro de la cadera, por encima de 0,8 en mujeres y de 0,95 en hombres, se habla de obesidad central.
Últimamente, los expertos ponen en duda el índice de masa corporal (IMC), que es el resultado de dividir el peso de una persona en kilos por el cuadrado de su altura en metros. Según la OMS, establece que, con un índice inferior a 25, uno puede considerarse sano y sin riesgos asociados al peso, pero la idea está cuestionada, porque el IMC no te dice nada de la distribución de la grasa. Hay un elevado número de personas consideradas delgadas por su IMC, pero con un perímetro abdominal excesivo. Si tienen esta distribución de la grasa, deben mantenerse en alerta, estarían metabólicamente enfermos, aunque su tensión y sus niveles de colesterol o triglicéridos sean los adecuados, a la larga la grasa abdominal va a ponerlo en situación de riesgo cardiovascular.
Hay un riesgo superior de sufrir un ictus o un peor funcionamiento de los vasos sanguíneos.
Se consideran zonas de riesgo, los 82 centímetros en mujeres y los 95 centímetros en hombres.
Se sabe que la grasa visceral, la que rodea a los órganos, no es una grasa inerte. Al contrario, es capaz de producir cambios metabólicos y modificar el perfil lipídico, de manera que aumentan el colesterol y los triglicéridos. La obesidad central también aumenta la tensión arterial y causa resistencia a la insulina, de modo que existe un mayor riesgo de producir diabetes.
Según un estudio, las personas con un perímetro de cintura excesivo, sufren dos veces más riesgo de padecer muerte súbita. También según un estudio, el índice cintura/cadera, es decir, el resultado de dividir el perímetro abdominal por el perímetro de la cadera, por encima de 0,8 en mujeres y de 0,95 en hombres, se habla de obesidad central.
Últimamente, los expertos ponen en duda el índice de masa corporal (IMC), que es el resultado de dividir el peso de una persona en kilos por el cuadrado de su altura en metros. Según la OMS, establece que, con un índice inferior a 25, uno puede considerarse sano y sin riesgos asociados al peso, pero la idea está cuestionada, porque el IMC no te dice nada de la distribución de la grasa. Hay un elevado número de personas consideradas delgadas por su IMC, pero con un perímetro abdominal excesivo. Si tienen esta distribución de la grasa, deben mantenerse en alerta, estarían metabólicamente enfermos, aunque su tensión y sus niveles de colesterol o triglicéridos sean los adecuados, a la larga la grasa abdominal va a ponerlo en situación de riesgo cardiovascular.
Hay un riesgo superior de sufrir un ictus o un peor funcionamiento de los vasos sanguíneos.
La grasa instalada es más complicada de reducir porque se comporta como un órgano paracrino (se liga o afecta a células vecinas), casi podría decirse que con personalidad propia. La solución es comida sana y ejercicio. Lo ideal es tomar como referencia la dieta mediterránea: las proteínas deben provenir de las legumbres y el pescado y los carbohidratos, de la fruta, los vegetales y los cereales integrales. La grasa fundamental ha de ser el aceite de oliva y de las carnes rojas conviene no abusar, debe sumarse el ejercicio (tenemos que combinar el trabajo muscular con el ejercicio anaeróbico, de una intensidad moderada pero durante largo tiempo y no decaer.
Curiosidades: El Índice de Masa Corporal
Curiosidades: El Índice de Masa Corporal
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