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sábado, 25 de febrero de 2017

Los Antihistamínicos para el Aparato respiratorio Parte 1

Nos referimos a los Antihistamínicos clásicos o Antagonistas H₁ y tienen dos efectos secundarios fundamentales: acción anticolinérgica y capacidad de producir somnolencia.
Según el Catálogo de medicamentos, se establece una tabla de Antihistamínicos que tiene como objetivo poder seleccionar una medicación alternativa.
Los grupos químicos en los que se dividen, se diferencian en la intensidad y frecuencia de los efectos secundarios y lo fundamental es que las diferencias de susceptibilidad individual a los efectos secundarios de los Antihistamínicos es tan importante como las diferencias entre medicamentos. Esta tabla no es muy exhaustiva por eso y por que hay Antihistamínicos que carecen de acción anticolinérgica y no atraviesan la barrera hematoencefálica, por tanto no producen somnolencia, son los llamados Antihistamínicos no sedantes:
  • Azelastina
  • Bilastina
  • Cetirizina
  • Desloratadina
  • Ebastina
  • Fexofenadina
  • Loratadina
  • Mizolastina
  • Rupatadina
Éstos son mal llamados Antihistamínicos no sedantes, ya que todos pueden llegar a producir un cierto grado de somnolencia.

La Mequitazina está entre éstos y los Antihistamínicos clásicos, a dosis de 5 mg por toma carece de efectos sedantes y anticolinérgicos, mientras que a altas dosis si los tiene. La Cetirizina puede tener efectos sedantes a dosis altas. A veces la sedación producida puede llegar a ser terapéuticamente beneficiosa.

Casi todos se administran en una sola toma diaria con una acción de 12 a 24 horas. La acción es paliativa. Algunos como la Loratadina o la Cetirizina tienen un comienzo de acción rápido (1 hora) y se administran en casos agudos.

Así en procesos alérgicos dan buenos resultados en rinitis estacional, fiebre del heno, conjuntivitis estacional, urticaria, dermatitis atópica y de contacto, picaduras de insectos, reacciones medicamentosas caracterizadas por picor o urticaria, enfermedad del suero en la que responden bien a urticarias y edemas, pero no a la fiebre y artralgias. No cabe esperar grandes beneficios en asma bronquial, cuadros sistémicos de anafilaxis, edema angioneurótico, alergias gastrointestinales y rinitis vasomotoras crónicas.

Medicamentos: Los Antihistamínicos para el Aparato respiratorio Parte 1

Grupos de medicamentos: Respiratorio
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