El término enfermedades cardiovasculares es usado para referirse a todo tipo de enfermedad de las arterias coronarias, que son relacionadas con el corazón o los vasos sanguíneos, (arterias y venas).
Este término describe cualquier enfermedad que afecte al sistema cardiovascular.
Según la OMS, la mayoría de las enfermedades cardiovasculares se pueden prevenir actuando sobre factores de riesgo asociados a actitudes y hábitos de consumo:
- Mantenerse activo, la actividad mejora la circulación. Actividad física regular
- No fumar
- Darle horas al sueño, siendo 8 el número ideal y si no es posible, que al menos sean 6.
- Desconectar de los problemas y bajar los niveles de estrés.
- Controlar el exceso de peso
- Modificación de hábitos insanos
- Controlando factores de riesgo de enfermedad cardiovascular e infarto de miocardio como la hipertensión, niveles elevados de lípidos (triglicéridos y colesterol) y de glucosa (o incluso diabetes)
Las grasas o lípidos en la dieta son una de las principales fuentes de energía. Existe una evidencia científica en la relación de los efectos de la cantidad de grasa y la calidad de la grasa alimentaria sobre la salud cardiovascular. Lo importante no es el nutriente en sí, es decir, los ácidos grasos, sino los alimentos que los contienen. Las recomendaciones de reducir las grasas y calorías generan una percepción errónea sobre los efectos de la ingesta de grasas de la dieta mediterránea. Las grasas de los frutos secos, del pescado y de los aceites vegetales son más saludables que los lípidos procedentes de la carne y alimentos procesados. La dieta mediterránea rica en grasa de origen vegetal, es mejor para la salud, que otras dietas bajas en grasa, ya que no promueve el aumento de peso y es perfecta para prevenir enfermedades cardiovasculares.
En otras publicaciones se han visto y se irán viendo cada una de las enfermedades cardiovasculares.
Este término describe cualquier enfermedad que afecte al sistema cardiovascular.
Según la OMS, la mayoría de las enfermedades cardiovasculares se pueden prevenir actuando sobre factores de riesgo asociados a actitudes y hábitos de consumo:
- tabaco
- dietas insanas
- obesidad
- inactividad física
- consumo excesivo de alcohol
En personas con enfermedades cardiovasculares o en las sanas pero con alto riesgo cardiovascular (debido a la presencias de uno o más factores de riesgo, como la hipertensión arterial, la diabetes, la hiperlipemia o alguna enfermedad cardiovascular confirmada), es fundamental la detección precoz y el tratamiento temprano.
Según la OMS, las enfermedades cardiovasculares se clasifican en:
- hipertensión arterial
- cardiopatía coronaria
- enfermedad cerebrovascular
- enfermedad vascular periférica (incluyendo la enfermedad arterial periférica y la trombosis venosa)
- insuficiencia cardiaca
- otros trastornos cardiovasculares incluyendo cardiopatía reumática, cardiopatía congénita y miocardiopatías
El 80% de ellos podrían ser evitados con:
- Reducir los alimentos de origen animal en la dieta y darle más espacio a las verduras, frutas y legumbres. Bajarán el colesterol y la glucosa. Dieta sana- Mantenerse activo, la actividad mejora la circulación. Actividad física regular
- No fumar
- Darle horas al sueño, siendo 8 el número ideal y si no es posible, que al menos sean 6.
- Desconectar de los problemas y bajar los niveles de estrés.
- Controlar el exceso de peso
- Modificación de hábitos insanos
- Controlando factores de riesgo de enfermedad cardiovascular e infarto de miocardio como la hipertensión, niveles elevados de lípidos (triglicéridos y colesterol) y de glucosa (o incluso diabetes)
Las grasas o lípidos en la dieta son una de las principales fuentes de energía. Existe una evidencia científica en la relación de los efectos de la cantidad de grasa y la calidad de la grasa alimentaria sobre la salud cardiovascular. Lo importante no es el nutriente en sí, es decir, los ácidos grasos, sino los alimentos que los contienen. Las recomendaciones de reducir las grasas y calorías generan una percepción errónea sobre los efectos de la ingesta de grasas de la dieta mediterránea. Las grasas de los frutos secos, del pescado y de los aceites vegetales son más saludables que los lípidos procedentes de la carne y alimentos procesados. La dieta mediterránea rica en grasa de origen vegetal, es mejor para la salud, que otras dietas bajas en grasa, ya que no promueve el aumento de peso y es perfecta para prevenir enfermedades cardiovasculares.
En otras publicaciones se han visto y se irán viendo cada una de las enfermedades cardiovasculares.
Enfermedades: La Enfermedad cardiovascular
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