Albert Kligman demostró la eficacia de la Tretinoina tópica (forma ácida de la vitamina A) para tratar el acné. Años más tarde comprobaron su eficacia para revertir los efectos del envejecimiento.
El bajo peso molecular hace que penetre a las capas más profundas de la dermis, estimulan la producción de colágeno, elastina y ácido hialurónico (inhibe la colagenasa, elastasa e hialuronasa, las enzimas que los degradan) y acelera la regeneración celular.
Existen distintos derivados de la vitamina A (Ácido retinoico, Retinol, Retinil palmitato, Iso-tetrinoina, Tarazoteno, etc..) La efectividad depende de la formulación y la concentración.
Para tratar el fotoenvejecimiento la Tetrinoina (la forma más potente de vitamina A) no está permitida en cosméticos y es el dermatólogo el que debe indicar como usarla y la dosis.
Tiene por tanto puntos débiles que son formulación, concentración y que mal aplicado, el resultado no es el mejor. El Retinol necesita unas condiciones mínimas para dar lo mejor, su vida es de 36 meses (más allá perderá su eficacia), hay que conservarlo a una temperatura que no sobrepase los 25ºC y la materia prima debe almacenarse a -40º y si se expone a la luz solar se oxida.
En cuanto la concentración, la eficacia para transformar la piel solo dependía de altas concentraciones (con riesgo de toxicidad), debía ser recetado por el dermatólogo y en muchos casos terminaba abrasando la piel y descamándola.
Los expertos coinciden, este ingrediente requiere adaptarse a la piel, por ello se aconseja iniciar su aplicación evitando los meses de verano, una o dos veces por semana, por la noche y poco a poco subir la dosis hasta usarlo diariamente sin riesgos. Para producir cambios notables, se necesitan para producir cambios notables un mínimo de 12 semanas en las que la descamación y el envejecimiento son parte del proceso (se llama dermatitis retinoide, que es quizá la primera causa por la que esta molécula se abandona).
Tiene acción antiedad, pero cuando se deja de usar se desvanecen los efectos (los más visibles). A pesar de haber demostrado clínicamente su potencia para tratar los daños producidos por el fotoenvejecimiento, a su vez hace que la piel sea más vulnerable a la radiación solar, incluso puede llegar a bajar el umbral de quemadura. Los cambios no son permanentes, por lo que al suspenderlo los efectos dejarían de tener lugar, para evitarlo se recomiendan curas de choque y después terapias de mantenimiento a menor concentración para prolongar sus resultados a largo plazo.
El Retinol ayuda a la regeneración del colágeno y previene su degradación y cuando se deja de usar desaparecen los efectos inmediatos de piel luminosa y uniforme, pero es un efecto más visual. Ese colágeno renovado se destruirá al ritmo que marque el metabolismo de cada uno, por lo que algún especialista recomienda no interrumpir su uso si se quiere revertir los efectos del envejecimiento, aunque alternando con periodos de descanso.
En cuanto a la fototoxicidad algunos achacan el riesgo de pigmentación sólo si la irritación es muy acusada. En todo caso aconsejan utilizar Retinol por la noche y crema fotoprotectora por el día, incluso tomar cápsulas para protegerse de la sensibilidad solar. Algunos aconsejan que para las pieles extremadamente sensibles que reaccionan ante los Retinoides, la solución es liposomarlos, así se gana en tolerancia, estabilidad y eficacia.
La dosis máxima diaria que el organismo necesita de vitamina A es de 5000 UI, durante las pruebas de toxicidad se calcula la cantidad que puede absorber la piel y penetrar, de forma que las cremas corporales deben tener una concentración máxima del 0,05% en adultos y las faciales un 0,3%
Científicos del gobierno de EEUU, sugirieron que el palmitato de retinol (compuesto químico formado a partir de la reacción entre Retinol y Ácido palmítico), puede acelerar el desarrollo de tumores en la piel y lesiones cuando se aplica en presencia de luz solar. En Alemania y Noruega han advertido que este palmitato y otros derivados de la vitamina A podrían contribuir a la toxicidad por la vitamina debido a la exposición excesiva. Los científicos han descubierto que esa vitamina puede también estimular el exceso de crecimiento de la piel (hiperplasia) y que bajo la luz solar el palmitato puede formar pequeñas moléculas llamadas radicales libres que dañan el ADN. La evidencia de estos efectos (aunque no definitiva) es preocupante. La industria de la protección solar añade vitamina A en forma de Retinyl palmitate o Palmitato de retinol en torno al 16% de los protectores solares, el 14% de las hidratantes con SPF y el 10% de los labiales con protección solar.
El futuro del Retinol se centra en llegar a la forma pura multiplicando su resultado y sin efectos secundarios. Han surgido formas que reducen su inestabilidad mejorando sus virtudes, sinergia con otras sustancias.
Hay personas que utilizan plantas alpinas, de células estaminales, derivados de la avena, probióticos, etc. que son efectivas. Otros como los extractos naturales de Vigna aconitifolia (sus semillas ofrecen propiedades muy parecidas al retinol sin sus problemas de estabilidad y tolerancia. El ruibardo posee un compuesto con actividad similar al retinol. Los aceites vegetales ricos en beta-carotenos (precursores de la vitamina A) como el de zanahoria, buriti, rosa mosqueta o granada. Activos como el bakuchiol, que es un extracto vegetal abundante en la planta Psoralea corylifolia, que activa la firmeza de la piel sin el proceso inflamatorio asociado a los retinoides.
Cosmética con o sin...: El Retinol en Cosmética
El bajo peso molecular hace que penetre a las capas más profundas de la dermis, estimulan la producción de colágeno, elastina y ácido hialurónico (inhibe la colagenasa, elastasa e hialuronasa, las enzimas que los degradan) y acelera la regeneración celular.
Existen distintos derivados de la vitamina A (Ácido retinoico, Retinol, Retinil palmitato, Iso-tetrinoina, Tarazoteno, etc..) La efectividad depende de la formulación y la concentración.
Para tratar el fotoenvejecimiento la Tetrinoina (la forma más potente de vitamina A) no está permitida en cosméticos y es el dermatólogo el que debe indicar como usarla y la dosis.
Tiene por tanto puntos débiles que son formulación, concentración y que mal aplicado, el resultado no es el mejor. El Retinol necesita unas condiciones mínimas para dar lo mejor, su vida es de 36 meses (más allá perderá su eficacia), hay que conservarlo a una temperatura que no sobrepase los 25ºC y la materia prima debe almacenarse a -40º y si se expone a la luz solar se oxida.
En cuanto la concentración, la eficacia para transformar la piel solo dependía de altas concentraciones (con riesgo de toxicidad), debía ser recetado por el dermatólogo y en muchos casos terminaba abrasando la piel y descamándola.
Los expertos coinciden, este ingrediente requiere adaptarse a la piel, por ello se aconseja iniciar su aplicación evitando los meses de verano, una o dos veces por semana, por la noche y poco a poco subir la dosis hasta usarlo diariamente sin riesgos. Para producir cambios notables, se necesitan para producir cambios notables un mínimo de 12 semanas en las que la descamación y el envejecimiento son parte del proceso (se llama dermatitis retinoide, que es quizá la primera causa por la que esta molécula se abandona).
Tiene acción antiedad, pero cuando se deja de usar se desvanecen los efectos (los más visibles). A pesar de haber demostrado clínicamente su potencia para tratar los daños producidos por el fotoenvejecimiento, a su vez hace que la piel sea más vulnerable a la radiación solar, incluso puede llegar a bajar el umbral de quemadura. Los cambios no son permanentes, por lo que al suspenderlo los efectos dejarían de tener lugar, para evitarlo se recomiendan curas de choque y después terapias de mantenimiento a menor concentración para prolongar sus resultados a largo plazo.
El Retinol ayuda a la regeneración del colágeno y previene su degradación y cuando se deja de usar desaparecen los efectos inmediatos de piel luminosa y uniforme, pero es un efecto más visual. Ese colágeno renovado se destruirá al ritmo que marque el metabolismo de cada uno, por lo que algún especialista recomienda no interrumpir su uso si se quiere revertir los efectos del envejecimiento, aunque alternando con periodos de descanso.
En cuanto a la fototoxicidad algunos achacan el riesgo de pigmentación sólo si la irritación es muy acusada. En todo caso aconsejan utilizar Retinol por la noche y crema fotoprotectora por el día, incluso tomar cápsulas para protegerse de la sensibilidad solar. Algunos aconsejan que para las pieles extremadamente sensibles que reaccionan ante los Retinoides, la solución es liposomarlos, así se gana en tolerancia, estabilidad y eficacia.
La dosis máxima diaria que el organismo necesita de vitamina A es de 5000 UI, durante las pruebas de toxicidad se calcula la cantidad que puede absorber la piel y penetrar, de forma que las cremas corporales deben tener una concentración máxima del 0,05% en adultos y las faciales un 0,3%
Científicos del gobierno de EEUU, sugirieron que el palmitato de retinol (compuesto químico formado a partir de la reacción entre Retinol y Ácido palmítico), puede acelerar el desarrollo de tumores en la piel y lesiones cuando se aplica en presencia de luz solar. En Alemania y Noruega han advertido que este palmitato y otros derivados de la vitamina A podrían contribuir a la toxicidad por la vitamina debido a la exposición excesiva. Los científicos han descubierto que esa vitamina puede también estimular el exceso de crecimiento de la piel (hiperplasia) y que bajo la luz solar el palmitato puede formar pequeñas moléculas llamadas radicales libres que dañan el ADN. La evidencia de estos efectos (aunque no definitiva) es preocupante. La industria de la protección solar añade vitamina A en forma de Retinyl palmitate o Palmitato de retinol en torno al 16% de los protectores solares, el 14% de las hidratantes con SPF y el 10% de los labiales con protección solar.
El futuro del Retinol se centra en llegar a la forma pura multiplicando su resultado y sin efectos secundarios. Han surgido formas que reducen su inestabilidad mejorando sus virtudes, sinergia con otras sustancias.
Hay personas que utilizan plantas alpinas, de células estaminales, derivados de la avena, probióticos, etc. que son efectivas. Otros como los extractos naturales de Vigna aconitifolia (sus semillas ofrecen propiedades muy parecidas al retinol sin sus problemas de estabilidad y tolerancia. El ruibardo posee un compuesto con actividad similar al retinol. Los aceites vegetales ricos en beta-carotenos (precursores de la vitamina A) como el de zanahoria, buriti, rosa mosqueta o granada. Activos como el bakuchiol, que es un extracto vegetal abundante en la planta Psoralea corylifolia, que activa la firmeza de la piel sin el proceso inflamatorio asociado a los retinoides.
Cosmética con o sin...: El Retinol en Cosmética
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