Otros laxantes
Dentro de este grupo se incluyen, entre otros:
- Glicerol por tener efecto osmótico e irritante.
Dentro de este grupo se incluyen, entre otros:
- Glicerol por tener efecto osmótico e irritante.
- Fucus (Fucus vesiculosus) que tiene efecto laxante mecánico por tener en su composición sustancias mucilaginosas. En contacto con el agua, los mucilagos forman un gel viscoso y voluminoso que produce un efecto saciante y promueve el peristaltismo intestinal.
Su uso es tradicional.
- Combinaciones con Aloe o Boldo.
Casos específicos
En cuanto al abuso de laxantes, debe evitarse el uso habitual crónico (siempre que sea posible). Su uso excesivo puede dar lugar a una gran cantidad de efectos secundarios (diarrea, vómitos, pérdida de electrolitos, pérdida del tono muscular intestinal, etc.). Después de la utilización continuada de laxantes, se necesita un cierto periodo de tiempo para recuperar la funcionalidad del organismo, requiriéndose algunos meses para restaurar la motilidad intestinal, pudiendo venir un periodo de estreñimiento, aumento de peso, hinchamiento, distensión abdominal, etc..
Respecto al estreñimiento por Opioides, que es debido a que pueden retrasar la evacuación gástrica, disminuir el peristaltismo y ralentizar la motilidad intestinal, conduciendo a un estreñimiento de muy difícil tratamiento, llamado disfunción intestinal inducida por Opioides (DIO) que además incluye otros síntomas como evacuación incompleta, hinchazón, distensión abdominal y reflujo gástrico. Otros síntomas como nauseas, vómitos, retención urinaria, prurito, etc.. De todos ellos el estreñimiento es el más común y es posiblemente para el que no se desarrolla tolerancia en el organismo.
El origen de este estreñimiento parece estar en la activación del tono de la musculatura lisa intestinal, la supresión de los movimientos peristálticos progresivos, el aumento del tono del esfínter de la válvula ileocecal, el aumento del tono del esfínter de la válvula ileocecal y del esfínter anal, así como la reducción de la sensibilidad a la distensión anal. Y a las propias particularidades de éstos, se le suma ciertas circunstancias patológicas que habitualmente acompañan a los pacientes en los que utilizan estos fármacos. Concretando, pueden incrementar el estreñimiento ciertas patologías metabólicas (diabetes, hipercalcemia, uremia, hipotiroidismo etc.), deshidratación, alteraciones neurológicas, obstrucción mecánica, empleo de determinados medicamentos (antieméticos, diuréticos, etc.), edad avanzada, sedentarismo, bajo consumo de líquidos y de fibra. En estos casos, aparte de las medidas dietéticas para incrementar el consumo de fibra y de líquidos, los laxantes tradicionales no han dado buenos resultados y en muchas ocasiones han complicado aún más, obligando a la utilización de enemas y a la extracción manual de las heces. La Metilnatrexona se autorizó para el tratamiento del estreñimiento inducido por Opioides en pacientes con enfermedad avanzada en tratamiento paliativo cuando su respuesta a la terapia laxante habitual no fuera suficiente, al ser una sal de amonio cuaternario no difunde a través de la barrera hemato-encefálica (careciendo de efectos sobre los receptores Opioides del sistema nervioso central y si sobre los intestinales), de esta manera no disminuye el efecto analgésico y si antagoniza el efecto a nivel intestinal.
En cuanto al estreñimiento refractario, en los pacientes que no respondan a terapia con fibra, deben iniciar un tratamiento con laxantes osmóticos como la Leche de magnesia, Sorbitol, Lactulosa o Macrogol. Los estimulantes del colon tales como el Bisacodilo o los Derivados antraquinónicos como el Sen etc. y los agentes procinéticos, se suelen reservar para pacientes con estreñimiento severo que no responden a la fibra o a los laxantes osmóticos.
Las Ortopramidas son procinéticos y entre ellos está la Metoclopramida. Las Ortopramidas actúan bloqueando receptores serotorinergicos de tipo 5-HT₄ (plexo mientérico, músculo liso y células secretoras) y algunas los receptores D dopaminérgicos (lo cual implica riesgo de síntomas extrapiramidales). La Prucaloprida se utiliza en el tratamiento sintomático del estreñimiento crónico en mujeres en las cuales los laxantes no proporcionan un alivio inmediato.
Los pacientes con impactación fecal deben ser tratados con maniobras manuales de eliminación de heces o si es necesario, con enemas y para que no vuelva a ocurrir, se debe prevenir incrementando la ingesta de fibra y utilizando cuidadosamente laxantes para inducir los movimientos intestinales regulares. En casos muy resistentes de estreñimiento se ha utilizado una inyección de toxina botulínica en la musculatura puborectal (en algún paciente con trastorno en la defecación en la que participan músculos del suelo de la pelvis y por último, la cirugía sólo se emplea en casos de estreñimiento refractario a otros tratamientos.
El Síndrome del intestino irritable se define como la percepción de dolor o malestar intestinal recurrente, que ha afectado al paciente al menos tres días al mes durante los últimos tres meses, acompañado de dos o más las siguientes características: mejora con la defecación, asociado a cambios en la frecuencia de la defecación y asociado a cambios en la forma/aspecto de las heces. El diagnóstico requiere además que las molestias tengan una antiguedad de almenos 6 meses. Además otros síntomas no incluidos en la definición pero que suelen presentarse son: menos de 4 defecaciones por semana o más de tres diarias, forma anormal de las heces, urgencia fecal, esfuerzo defecatorio, sensación de evacuación incompleta, heces mucosas e hinchazón.
Antes no había ningún medicamento autorizado para el síndrome del intestino irritable y se recurría habitualmente al uso de Antidiarreicos y Antiespasmódicos en la forma diarreica del síndrome y Laxantes o Fibra en la forma de estreñimiento, para el control a corto plazo de los síntomas. La eficacia de estos fármacos es modesta y el grado de evidencia clínica es limitado. En cualquier caso, deben evitarse los ciclos Laxantes - Antidiarreicos. También se han empleado Antidepresivos tricíclicos o Inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina , pero tal indicación no ha sido aprobada para el síndrome del intestino irritable. Se ha sugerido que los preparados basados en Bifidobacterias o en combinaciones con Probióticos podrían ser efectivos a corto plazo, no obstante no se ha demostrado su eficacia en su uso prolongado o continuo.
La Linaclotida provoca un incremento intra y extracelular de GMPc, que es capaz de provocar a nivel extracelular una reacción de la sensibilidad nociceptiva implicada en el dolor visceral (especialmente en situaciones de hipersensibilidad visceral crónica, mientras que a nivel intracelular provoca un aumento de la secrección celular de cloruro y bicarbonato a la luz intestinal, un incremento de la cantidad de líquido, una aceleración refleja del transito intestinal y una inhibición de la absorción de fluidos en el colon. Por ello, se emplea en síndrome de intestino irritable con estreñimiento entre moderado y grave en adultos.
Su uso es tradicional.
- Combinaciones con Aloe o Boldo.
Casos específicos
En cuanto al abuso de laxantes, debe evitarse el uso habitual crónico (siempre que sea posible). Su uso excesivo puede dar lugar a una gran cantidad de efectos secundarios (diarrea, vómitos, pérdida de electrolitos, pérdida del tono muscular intestinal, etc.). Después de la utilización continuada de laxantes, se necesita un cierto periodo de tiempo para recuperar la funcionalidad del organismo, requiriéndose algunos meses para restaurar la motilidad intestinal, pudiendo venir un periodo de estreñimiento, aumento de peso, hinchamiento, distensión abdominal, etc..
Respecto al estreñimiento por Opioides, que es debido a que pueden retrasar la evacuación gástrica, disminuir el peristaltismo y ralentizar la motilidad intestinal, conduciendo a un estreñimiento de muy difícil tratamiento, llamado disfunción intestinal inducida por Opioides (DIO) que además incluye otros síntomas como evacuación incompleta, hinchazón, distensión abdominal y reflujo gástrico. Otros síntomas como nauseas, vómitos, retención urinaria, prurito, etc.. De todos ellos el estreñimiento es el más común y es posiblemente para el que no se desarrolla tolerancia en el organismo.
El origen de este estreñimiento parece estar en la activación del tono de la musculatura lisa intestinal, la supresión de los movimientos peristálticos progresivos, el aumento del tono del esfínter de la válvula ileocecal, el aumento del tono del esfínter de la válvula ileocecal y del esfínter anal, así como la reducción de la sensibilidad a la distensión anal. Y a las propias particularidades de éstos, se le suma ciertas circunstancias patológicas que habitualmente acompañan a los pacientes en los que utilizan estos fármacos. Concretando, pueden incrementar el estreñimiento ciertas patologías metabólicas (diabetes, hipercalcemia, uremia, hipotiroidismo etc.), deshidratación, alteraciones neurológicas, obstrucción mecánica, empleo de determinados medicamentos (antieméticos, diuréticos, etc.), edad avanzada, sedentarismo, bajo consumo de líquidos y de fibra. En estos casos, aparte de las medidas dietéticas para incrementar el consumo de fibra y de líquidos, los laxantes tradicionales no han dado buenos resultados y en muchas ocasiones han complicado aún más, obligando a la utilización de enemas y a la extracción manual de las heces. La Metilnatrexona se autorizó para el tratamiento del estreñimiento inducido por Opioides en pacientes con enfermedad avanzada en tratamiento paliativo cuando su respuesta a la terapia laxante habitual no fuera suficiente, al ser una sal de amonio cuaternario no difunde a través de la barrera hemato-encefálica (careciendo de efectos sobre los receptores Opioides del sistema nervioso central y si sobre los intestinales), de esta manera no disminuye el efecto analgésico y si antagoniza el efecto a nivel intestinal.
En cuanto al estreñimiento refractario, en los pacientes que no respondan a terapia con fibra, deben iniciar un tratamiento con laxantes osmóticos como la Leche de magnesia, Sorbitol, Lactulosa o Macrogol. Los estimulantes del colon tales como el Bisacodilo o los Derivados antraquinónicos como el Sen etc. y los agentes procinéticos, se suelen reservar para pacientes con estreñimiento severo que no responden a la fibra o a los laxantes osmóticos.
Las Ortopramidas son procinéticos y entre ellos está la Metoclopramida. Las Ortopramidas actúan bloqueando receptores serotorinergicos de tipo 5-HT₄ (plexo mientérico, músculo liso y células secretoras) y algunas los receptores D dopaminérgicos (lo cual implica riesgo de síntomas extrapiramidales). La Prucaloprida se utiliza en el tratamiento sintomático del estreñimiento crónico en mujeres en las cuales los laxantes no proporcionan un alivio inmediato.
Los pacientes con impactación fecal deben ser tratados con maniobras manuales de eliminación de heces o si es necesario, con enemas y para que no vuelva a ocurrir, se debe prevenir incrementando la ingesta de fibra y utilizando cuidadosamente laxantes para inducir los movimientos intestinales regulares. En casos muy resistentes de estreñimiento se ha utilizado una inyección de toxina botulínica en la musculatura puborectal (en algún paciente con trastorno en la defecación en la que participan músculos del suelo de la pelvis y por último, la cirugía sólo se emplea en casos de estreñimiento refractario a otros tratamientos.
El Síndrome del intestino irritable se define como la percepción de dolor o malestar intestinal recurrente, que ha afectado al paciente al menos tres días al mes durante los últimos tres meses, acompañado de dos o más las siguientes características: mejora con la defecación, asociado a cambios en la frecuencia de la defecación y asociado a cambios en la forma/aspecto de las heces. El diagnóstico requiere además que las molestias tengan una antiguedad de almenos 6 meses. Además otros síntomas no incluidos en la definición pero que suelen presentarse son: menos de 4 defecaciones por semana o más de tres diarias, forma anormal de las heces, urgencia fecal, esfuerzo defecatorio, sensación de evacuación incompleta, heces mucosas e hinchazón.
Antes no había ningún medicamento autorizado para el síndrome del intestino irritable y se recurría habitualmente al uso de Antidiarreicos y Antiespasmódicos en la forma diarreica del síndrome y Laxantes o Fibra en la forma de estreñimiento, para el control a corto plazo de los síntomas. La eficacia de estos fármacos es modesta y el grado de evidencia clínica es limitado. En cualquier caso, deben evitarse los ciclos Laxantes - Antidiarreicos. También se han empleado Antidepresivos tricíclicos o Inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina , pero tal indicación no ha sido aprobada para el síndrome del intestino irritable. Se ha sugerido que los preparados basados en Bifidobacterias o en combinaciones con Probióticos podrían ser efectivos a corto plazo, no obstante no se ha demostrado su eficacia en su uso prolongado o continuo.
La Linaclotida provoca un incremento intra y extracelular de GMPc, que es capaz de provocar a nivel extracelular una reacción de la sensibilidad nociceptiva implicada en el dolor visceral (especialmente en situaciones de hipersensibilidad visceral crónica, mientras que a nivel intracelular provoca un aumento de la secrección celular de cloruro y bicarbonato a la luz intestinal, un incremento de la cantidad de líquido, una aceleración refleja del transito intestinal y una inhibición de la absorción de fluidos en el colon. Por ello, se emplea en síndrome de intestino irritable con estreñimiento entre moderado y grave en adultos.
Medicamentos: Los Laxantes, Otros y Casos específicos
Grupo de medicamentos: DigestivoObservaciones... Puedes encontrar las referencias, la bibliografía empleada y además, descargar ésta publicación en formato pdf., en... El Mega Archivador