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viernes, 15 de enero de 2021

El Cáncer colorrectal Parte 2

Es un tumor muy influenciado por el estilo de vida.
En cuanto a la alimentación, demasiada carne roja y poca fibra lo favorecen (entre otras cosas) y hay que tener en cuenta que hay alimentos con fotoquímicos protectores.Lo que más altera estas células son:
- Cuando existen antecedentes en la familia la predisposición es mayor, por lo que conviene someterse a controles preventivos a partir de los 40 años.
- La edad, a partir de los 50 la predisposición es mayor.
- Haber padecido una enfermedad digestiva como enfermedad inflamatoria intestinal, la colitis ulcerosa o la enfemedad de Crohn.
Tener uno o varios factores de riesgo, no significa que irremediablemente se padecerá la enfermedad, sino que existe una mayor predisposición, por lo que en estos casos la prevención es relevante. Pero la forma de comer y los hábitos de vida que hayamos adoptado a lo largo de los años, tiene todavía más importancia como factor de protección
- Sobrepasar en mucho tu peso saludable, según un estudio la inflamación que se da en el tejido adiposo de las personas obesas aumenta el riesgo de desarrollar ese tipo de tumores
- Tres hábitos en la mesa que conviene cambiar: Se ha comprobado que algunos tipos de alimentos contribuyen a aumentar el riesgo de cáncer de colon (ya sea por que aumentan tu peso o por que contienen sustancias que resultan agresivas para este último tramo del intestino
+ Tomar embutido y otras carnes procesadas a diario. Son todas aquellas que para que tengan un sabor más intenso o duren más, se han sometido a un proceso de salazón, curado, fermentación o ahumado.
Si tomas dos de estos productos diariamente ya le estás dando a tu intestino más almidón, conservantes, sodio o productos de secado de los que puede asimilar sin daño
+ Consumir más carne roja de la que necesitas. La ternera, el cerdo, el cordero, el caballo y la cabra son carnes rojas. Según la IARC probablemente aumenten el riesgo de cáncer de colon. Lo recomendable es evitar comerlas frecuentemente y hacerlo tan solo, cada 10 días. El resto decántate por las carnes blancas de pollo, pavo (sin piel) y conejo, o bien por pescados y huevos. Las legumbres o pseudocereales como la quinoa también aportan una buena dosis de proteínas.
+ Seguir una dieta demasiado rica en grasas, especialmente saturadas hace que las células madre intestinales cambien, proliferen y sean más propensas a volverse cancerosas. Este tipo de células (que viven en la pared intestinal) son muy sensibles a los hábitos y más susceptibles que puedan dar lugar a cáncer de colon
+ El agua que bebemos es un factor de riesgo si contiene un exceso de nitratos. Para evitarlos utilizar un sistema de ósmosis inversa en casa y leer la etiqueta del agua embotellada que bebemos (elegir la que menos nitratos tenga)
+ Pasar mucho tiempo sentado no es una opción recomendable.

El sobrepeso y obesidad, el tabaco y el alcohol son tres factores que incrementan el riesgo.

Los avisos del cuerpo
En las primeras fases, los síntomas son especialmente variables e inespecíficos porque también dependerán del lugar donde se ha iniciado el tumor y la extensión. Pero merece la pena estar atentos a:
- Cambios del ritmo intestinal. Quienes sean muy regulares a la hora de ir al baño y noten que a partir de un día dejen de serlo (quizás con periodos de estreñimiento y otros de diarrera o heces muy estrechas), deben darle importancia y hablarlo con su médico.
- Presencia de sangre en las heces (negras o demasiado oscuras), sensación siempre de no haber vaciado completamente (defecación incompleta), o dolor y molestias abdominales a diario.
- A veces se da una anemia no justificada junto con una pérdida de peso inexplicable
- Sensación de que no evacuamos del todo. Esto sucede cuando está localizado en el recto y es una molestia contínua. También podemos sangrar, y como el recto está más cerca de la salida, esta sangre es más fresca. En este caso, incluso si solo manchamos el papel higiénico, hay que ir al médico (el sangrado puede ser por hemorroides).
- Fiebre, pero no en los estadios iniciales. La pérdida de peso o el cansancio extremo son síntomas de que el cáncer está ya avanzado.

Sin que hayan aparecido síntomas, se recomienda que los mayores de 50 años participen en los programas de cribado que se realizan en muchas comunidades autónomas. Es un test de detección de sangre en heces, si el resultado es positivo habrá que hacer un estudio más en profundidad (colonoscopia).

Prevención
Para prevenir el cáncer de colon es importante que la dieta sea rica en:
- Frutas y verduras frescas: Aportan vitaminas, minerales, fibra, sustancias antioxidantes y numerosos fitonutrientes (fitoquímicos que te protegen) Incluye a diario 3 raciones de fruta fresca y como mínimo, 2 de verduras crudas o cocinadas de forma sencilla. Da prioridad a la familia de las crucíferas (coliflor, col rizada o brócoli) porque las sustancias sulfuradas que contienen ayudan a mantener el intestino sano y a prevenir la inflamación a lo largo de su recorrido.
- Legumbres: Un tipo de proteínas presentes en las legumbres (las proteínas Bowman-Birck) que bloquean otras sustancias llamadas proteasas favorecedoras del cáncer de colon. Estas proteínas buenas se encuentran de forma muy abundante en los guisantes, las habas, las lentejas y las alubias. Hay que tomarlas dos o tres veces por semana (cocinadas con poca grasa).
- Cereales, al igual que los dos grupos anteriores, son otra importante fuente de fibra, fundamental para mantener la salud del sistema gastrointestinal. Entre otras acciones la fibra ayuda a regular el tránsito, proporciona sensación de saciedad, por lo que ayuda a controlar el peso y tiene efecto prebiótico (sirve de alimento a la microbionta intetinal). Incluso se ha visto que contribuye a reducir la mortalidad si ya se padece el tumor.

Cuando tomes carnes rojas, es básico que sigas las siguientes recomendaciones:
- Aunque tengas prisa, no las cocines a fuego alto: Cuando sometes a la carne de músculo a muy altas temperaturas, se generan unas sustancias conocidas como aminas heterocíclicas e hidrocarburos aromáticos policíclicos, que son mutagénicos, es decir, provoca cambios, mutaciones en el ADN de nuestras células. La temperatura idónea es 60-70º, si lo haces a 90º o 100º, estas sustancias dañinas aparecen enseguida.
- Dale la vuelta continuamente, hazlas antes un poco al horno (para acortar los tiempos de elaboración en la sartén o parrillas), nunca dejes que se queme y si se quema desecha las áreas chamuscadas). No aproveches el jugo que ha soltado la carne. Otra recomendación sería marinar la carne durante un mínimo de media hora (también el pescado) en zumo de limón, vinagre y otras hierbas como tomillo, romero o estragón (al hacerlo, se reduce la formación de benzopirenos que son hidrocarburos aromáticos dañinos).

Enfermedades: El Cáncer colorrectal Parte 2

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