Las quemaduras son lesiones producidas por la exposición a una fuente de calor muy intenso aplicado directamente sobre la piel, que produce una destrucción del tejido cutáneo más o menos importante.
La deshidratación y la infección son dos de las consecuencias inmediatas de ese tipo de heridas, además del fallo multiorgánico que puede producirse si la extensión o profundidad de las mismas es grande.