Deben ser tratadas con rapidez, ya que la pérdida excesiva de sangre es peligrosa.
Si la sangre es roja y brillante, nos indica que ha sido dañada una arteria, si por el contrario es más oscura y fluye lentamente, se trata de una vena y la pérdida será más lenta. En ambos casos, se ha de actuar con rapidez.